RICOH XR 500 recientemente comprada en Tokio (Japan). La compré para piezas, pero funciona perfectamente. Quizá el mecanismo del seguro del shutter, muy sencillo y logrado, hizo pensar al vendedor que no funcionaba. Para mi asombro, funciona hasta el fotómetro, o mejor dicho exposímetro, por cierto muy original y acertado.
Un cuerpo muy similar a la NIKON EM, que me encanta. Pero esta Ricoh presenta acabados más logrados y el espejo se desplaza tan suavemente sin golpear que parece que no se mueva. Velocidades contenidas, pero todas funcionan sin batería, al contrario que la EM.
El bonito objetivo 35-70 f2.8-4, montura Pentax, da algo de juego, aunque no invita a hacer zoom, quizá por focalizar la atención en la abertura y velocidad.
En resumen, un cuerpo asombroso en todos los aspectos, que cumple con creces su función, en perfecto estado estético y funcional, muy ergonómico y sólido.
El filtro, POO, verdecito. Y en esta ocasión, la película, EK 5241 plus X, 80 ASA, que ha sido revelado en D76, siguiendo la formula de dos baños, ya sabes: borax, metol, sulfito sódico, según la formulación de David Vestal, y que tan bien me enseñó el prestigioso laborista y fotógrafo Pepe Abril.