Una cámara fiable y robusta. Capaz de funcionar sin baterías, igual que la FG, en el modo M90, y según leo en la wikipedia, y repito sin baterías, a 1/1000 en el modo AUTO. Con pilas las velocidades oscilan entre 1/1000 y un segundo, además de la útil posición B. El disparador permite enroscar un cable, muy util para exposiciones prolongadas. La EM ofrece la posibilidad de ajustar la sensibilidad de la película entre 25 y 1600 ASA. Y con un exposure measurement TTL center-weighted exposure metering at full aperture; meter incorporates one silicon photodiode (SPD). Es decir, con la máxima abertura, 50 mm f1.8, en el interior del visor de la Nikon EM la aguja del exposímetro reacciona a las condiciones de iluminación de una manera instantánea. Si aumenta la luminosidad que pasa por el objetivo, la aguja se desplaza hacia arriba, aumenta la velocidad. Si disminuye la luz, la aguja baja y disminuye la velocidad. Pero si cerramos el diafragma del objetivo, oh!!!!. el exposímetro retrocede a su posición de reposo. En la F301, por ejemplo, si cerramos el diafragma, el diodo del exposímetro baja posiciones, es decir requiere más tiempo para la menor cantidad de luz que pasa por el objetivo.
En resumen, sólo tres posiciones para seleccionar la velocidad, B, AUTO y M90. Estamos hablando de 1979. Es la antesala de las funciones que dan prioridad a la velocidad o al diafragma en las cámaras más modernas, como la FG. Pero tres posiciones que bastan para tomar fotografías. Pensando un poco, claro. Y haciendo cálculos mentales en función de las condiciones luminosas y de la película utilizada. Se me ocurre, por ejemplo que un día soleado cualquiera de otoño y en exteriores, fijando la velocidad en M90, para un ilford HP+ 400 ASA, podríamos manejarnos con un f11 y alrededores. Siempre nos queda la posibilidad de contrastar nuestra selección con la información ofrecida por el exposímetro. Revelar y a ver qué pasa. Pura nostalgia.