Una de las premisas fundamentales de cualquier fotógrafo actual que se
precie es ser CREATIVO. Parece que si intentas ser creativo huyes de
cualquier copia o plagio, como si buscaras la inspiración en lo más
profundo de tu alma y trataras de plasmarlo en tus fotos para hacer
partícipes a los demas de lo bien que fotografías y lo bonitas que son
tus fotos, del mundo en el que vives, lo buena o mala que es la sociedad
en la que te desenvuelves, los personajes con los que te cruzas en la
calle habitualmente,... pero sin copiarte de nadie. Últimamente parece
que está de moda, o muy bien vista, la fotografía como documento social
en la que aparecen personas de toda clase y condición, modos de vida,
trabajadores en activo, clase pasiva ociosa, politicos y demás fauna.
Fotografiar un árbol le dice poco a muchos centrados en la documentación
social y el fotoperiodismo de fin de semana. Fotografiar cosas implica
que no eres creativo, a menos que incluyas los ciudadanos que las
manipulan. Al menos deberían ser situaciones, momentos en los que
aparezcan personas y animales en posturas improvisadas y originales. El
paisaje se reserva para los entusiastas del HDR, ese hiperrealismo que
tanto impresiona y gusta al principio, pero que pronto cansa. Si tus
fotografías no son creativas no son dignas de ser expuestas, ni vistas,
ni contempladas ni mucho menos coleccionadas.
De la mano de la creatividad va la tecnología, cuanto más inviertes en
lentes y objetivos más posibilidades de ser creativo. No olvides
adquirir también un buen cuerpo, un pc y los programas más punteros y
modernos de retoque digital. Todo ello te proporcionará una creatividad
sin límites y serás un experto en la materia.
Pero, ¿y la ideología?, ¿qué papel desempeña en el actual panorama de
fotoaficionados y fotoperiodistas? Actualmente lo mejor es no preguntar
y disparar sin parar, para eso están las tarjetas de memoria con
capacidad descomunal. Parece que la ideología más extendida sea el
desmesurado consumo de nuevos modelos de cámaras y lentes que te
permiten ser más creativo. Pero hubo un tiempo que muchos prestaban
mucha atención y le daban mucha importancia a la ideología. Y utilizaban
las imágenes para crear opinión, creando collages y mostrando las
bondades de dirigentes y clase dominante. La ideología (como conjunto de
ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona,
colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político,
etc.) de las imágenes, está en cuestión. ¿Realmente significan algo?, o
¿sólo buscan una emoción momentánea y fugaz en el espectador?