viernes, 30 de abril de 2010

Disminución de la gama de grises, blancos quemados o demasiado puros, negros muy profundos o directamente empastados,…

… demasiado contraste o demasiado poco, imagen plana, velo, imagen sobreexpuesta, subexpuesta, grano evidente, grano desproporcionado, ¿quién dijo ruido?, forzado, fijador agotado, tonos muy fríos, poca nitidez, poca definición, poco detalle, desencuadrada, desenfocada, fuera de foco, y así según se nos vayan ocurriendo términos y palabros como el que es crítico de vinos y cada vez trata de adquirir y utilizar un lenguaje técnico que demuestre su sabiduría y conocimientos del tema. Pero igual que en el vino lo que importa es venderlo, digo beberlo, y un vino normal puede ser memorable si lo acompañamos de buenos amigos o un pan de confianza y un queso curadito.

Muchos fotoaficionados se han pasado a "lo digital" como muchos neoconservadores se pasaron al pádel o al golf. Y los laboratorios se han quedado con muy poca producción, así como las fábricas y empresas de material sensible. Y algunos nostálgicos, que aún quedamos, del aspecto de  aquellas fotos y de aquellas máquinas fotográficas plateadas y negras y que seguimos empeñados en utilizar películas de 35mm y ahora también de 120, muchos de estos, repito, no vemos en los concursos fotográficos un aliciente para positivar en diversos papeles utilizando químicos y combinaciones varias. Sí, ya sé que lo que importa es participar, pero presentar alguna cosa para que te rajen y encima en tu cara, como que no.