miércoles, 27 de mayo de 2009

Exposición "Salmuera" de Juan Valiente desde el 26 de Mayo hasta el 30 de junio en la Sala Transit (Aulario II) de la Universidad de Alicante

Más allá del bien y del mal, de lo buena o mala que pueda ser una
fotografía, de la técnica empleada, incluso trascendiendo la esfera de
lo temporal, se encuadra la Fotografía Humanista de Juan Valiente Verde.
Te puede o no gustar. A mí me está constando entenderla. Pero
indiferente no te deja. ¿Quién ha dicho que los fotógrafos deben captar
la belleza? No creo que se trate de fotografías bonitas, entendiendo por
bonito el clásico paisaje que te gustaría tener el salón de tu casa. No
sé si este pedazo de artista se ha propuesto retratar a todo bicho
viviente de San Blas y de Alicante y de donde se presente con sus
objetivos. Un vendedor de pescado, que además tiene su tiendecita en el
barrio, adquiere una dimensión desconocida hasta el momento. Parece que
no sea el mismo que me vendió unos boquerones la semana pasada. Desde
luego no es el mismo, pero es la misma persona. Me quedo de piedra
cuando veo a la bodeguera rodeada de botellas y en esa pose. Qué mala
leche, mira que sacarla así. Pero cuando lo digieres, ves una realidad
que pocos visonarios saben no sólo ver, también mostrar. Lógicamente la
técnica es una aliada para conseguir estas atmósferas grasientas y
pringosas. En ocasiones se abusa de la desaturación, me imagino que
intencionadamente. Pero en todas hay Humanidad. Los personajes más
heterogéneos son congelados en poses o renuncios comprometedores. Los
rostros son reales… Las expresiones de la cara y los gestos parece que
hablen, que nos hablen, a gritos, mostrando un mundo real y puede que
también imaginario y a veces surrealista. El significado de estas
imágenes dependerá del uso que se les dé. Vistas individualmente pueden
ser comprometedoras. En su conjunto forman un corpus de un autuer
comprometido con su Arte, a lo Eugene Smith. Quizá comprometido en
captar la belleza de los olvidados e invisibles, de "esos" que muchos no
vemos o no queremos ver cuando paseamos por nuestras bonitas ciudades.