lunes, 27 de abril de 2009

Modos de ver

El libro “Modos de ver” de John Berger (Ed. Gustavo Gili, 1975, ISBN 8425208033) me ha abierto los ojos. Y eso que ya tiene sus años. Pero en esta sociedad, consumidora incansable de imágenes y fotografías, parece que todo debe ser fotografiado y que todo vale. Pero el objeto representado (no sólo con fotografías, también con lienzos y hasta con esculturas) es algo muy propio de las diversas culturas y civilizaciones. Como consecuencia cada uno juega su papel. Con ejemplos muy visuales, pues se trata de detalles de cuadros y fotografías, John Berger nos demuestra que con la tecnología actual, casi todo sigue igual. El modo de representar a la mujer. Los objetos deseados que fotografiamos como si nos apropiáramos de ellos, para despertar el deseo y la envidia de los demás. El mórbido mundo de la publicidad y las leyes que rigen nuestros impulsos de compra.
El primer capítulo se basa en escritos de W.B. al que no logro comprender (todavía). Y dos capítulos lo forman solamente imágenes, sin ningún comentario, pero muy reveladoras.
Tres ideas clave a tener en cuenta para futuros disparos, se me ocurren después de leer este fabuloso ensayo. Puedes interesarte en fotografiar cosas, paisajes, ideas, luces, …Si fotografías objetos, puede ser que lo hagas porque te gustaría poseer esos objetos, deseas esos objetos (esas escenas), para colgarlos en el salón de tu casa burguesa y despertar la envidia de tus amistades o simplemente para observarlos y contemplar su belleza. A mucha gente le gusta fotografiar paisajes, a mí también. Pero muchos lo hacen para trasformar la Naturaleza y dotarla de un hiperrealismo irreal (“El devenir de la crítica”, de Gillo Dorfles). Yo prefiero dejar un margen para la imaginación, para la ensoñación, por eso cada vez me importa menos la nitidez y la calidad de las lentes. Lo que no quiere decir que no me guste el detalle y la limpieza de lo fotografiado. Pero no es necesario mostrarlo todo, en ocasiones se transmite más con lo que no sale en la foto que con lo que intentamos captar.
Y por último, la lectura de la fotografía o la imagen, en el caso de que la queramos ver como lenguaje (y aquí es recomendable leer a Umberto Eco, “La definición del Arte”), que puedes hacerla desde el objeto o la idea representada hacia tu interior, hacia tu mente o desde tu interior hacia la subjetiva realidad.